Marco A. Dorantes

Este es uno de mis primeros blogs* (aquí hay una lista de mis blogs sobre temas de mi interés).
Además, mis aportaciones en un seminario de introducción a la Filosofía.
*blog es una contracción de weblog: un diario o bitácora pública como medio de expresión personal.

Sunday, September 09, 2012

Libertad y verdad – Parte I

Si bien no está del todo definido el discurso de la posmodernidad, sí podemos comentar sus grandes temas y su relevancia para lograr la sensibilidad necesaria que requiere la formación de una opinión adulta. El posmodernismo parte de un análisis crítico de la modernidad, entendida como el efecto de los valores intelectuales de la Ilustración: la claridad, la racionalidad, la coherencia y la verdad objetiva.

El periodo conocido como la Ilustración ocurrió en Europa más o menos entre la mitad del siglo XVII y a través del siglo XVIII. El impulso para pensar por uno mismo, reiniciado por la idea de la Ilustración, afortunadamente ha continuado desde entonces. Por lo que es lógico esperar que la propia idea de la Ilustración sea puesta bajo el más estricto examen crítico. La acción de pensadores que se esmeren en aplicar el pensamiento crítico completo a las ideas es de suma importancia, pues de esa manera podríamos evitar tropezar con los problemas del dogmatismo exagerado.

La llamada Filosofía Continental, durante los siglos XIX y XX —distinguible de la Filosofía Analítica anglo-americana—, con la Escuela de Frankfurt y el estructuralismo de Claude Lévi-Strauss en antropología cultural, y otros, han abordado el examen crítico de la Ilustración. Como es el caso en análisis críticos, los resultados nos ayudan a formar una vista de conjunto del asunto en cuestión. Las ventajas, desventajas, principios, límites, e implicaciones de aun las más grandiosas ideas fueron explícita y rigurosamente reconsiderados. Tal y como debe hacerse, de continuo, pues como dice Noam Avram Chomsky: “...como en la mayoría de las ciencias, especialmente en las ciencias humanísticas, casi toda pregunta importante permanece como una pregunta abierta...”.

Por ejemplo, del análisis del concepto de «verdad objetiva» se ha aportado el soporte suficiente para pensar en la objetividad más como un ideal al cual podría aspirarse pero no algo que alguien pueda afirmar, de manera absoluta, que la posea. Podemos aproximarnos a algún tipo de verdad —verdad moral, verdad axiológica, verdad epistemológica, verdad ontológica, verdad científica, verdad poética, etc.— dentro de los estrechos límites de un contexto específico, pero no hay bases que soporten generalizaciones hacia otros contextos.

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